Libro: Instrumentos de Evaluación Psicológica
Datos CIP- Editorial Ciencias Médicas
González Llaneza Felicia Miriam
Instrumentos de Evaluación Psicológica/Felicia Miriam González Llaneza. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2007.
xiv. 424 p.Figs.Tablas
Incluye una tabla de contenido general. Incluye 7 partes con bibliografías al final de cada parte. Incluye 13 capítulos.
ISBN 978-959-212-221-5
1.INVENTARIO DE PERSONALIDAD 2.PRUEBAS DE INTELIGENCIA 3.CONDUCTA Y MECANISMOS DE CONDUCTA 4.ESTRES 5.TRASTORNO DEPRESIVO 6.TRASTORNOS DE ANSIEDAD 7.PSICOLOGIA INFANTIL 8.LIBROS DE TEXTO. WM145
Introducción a la asignatura
La asignatura Instrumentos de Evaluación Psicológica está orientada a facilitar la adquisición de los conocimientos necesarios, para la administración y calificación de los diferentes instrumentos de Evaluación en el campo de la Psicología en Salud. Esta asignatura presenta los instrumentos de medida que utiliza la disciplina Psicodiagnóstico, la cual es conocida también con los nombres de Evaluación psicológica, Exploración Psicológica, y en ocasiones Test Psicológico. Esta disciplina forma parte de los planes de estudio de la carrera de Psicología en todas las universidades del mundo.
Los objetivos de la asignatura consisten en que el alumno:
• desarrolle la habilidad de aplicar y calificar algunas pruebas de evaluación psicológica de uso frecuente en la práctica de la profesión en el sector de la salud.
• identifique las funciones que debe realizar y los problemas que pueden presentar en el desempeño de las mismas.
• utilice adecuadamente el método de la observación durante la aplicación de las pruebas psicológicas.
• desarrolle la capacidad para el desempeño de sus funciones en un colectivo de trabajo acorde a los principios ético-profesionales y a una profunda formación de los valores humanos.
Para desarrollar estas habilidades las clases serán eminentemente prácticas. En la clase, primero se procederá a explicar, por cada prueba que se estudia, los fundamentos teóricos que la sustentan y las orientaciones metodológicas para su aplicación y calificación, seguidamente se ejercitará la aplicación y calificación de los tests en dúos de alumnos; un alumno aplicará al otro el test y viceversa, y cada estudiante calificará su propia prueba; también se ejercitarán estas habilidades en trabajos prácticos extraclase. Durante el curso tenemos cortes evaluativos mediante seminarios y la entrega de trabajos prácticos que el alumno debe realizar por escrito sobre la aplicación del tests y su calificación, señalando además de la consigna y condiciones de la aplicación, el resultado de la observación a la persona examinada. La calificación final, sobre un XIV máximo de 5 puntos, consiste en la entrega de un caso al cual se le aplica una batería de pruebas, donde el estudiante debe consignar todo el proceso de aplicación, calificación y observación; de ese modo el educando pondrá de manifiesto las destrezas adquiridas.
El sistema de habilidades a desarrollar durante el curso será:
• Aplicar y calificar diversos instrumentos
• Utilizar adecuadamente el método de la observación durante la realización de sus tareas.
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Libro: Actividades educativas para niñas y niños de 7 a 12 años
Año: 2001
Autor: Oficina Scout Interamericana
ISBN: 956-8057-03-X
PRESENTACIÓN
En abril de 1994 la Oficina Scout Interamericana creó la Red de Elaboración de Material Educativo (REME) con el objeto de recoger y compartir las actividades que realizan los Grupos Scouts de la Región. Hasta hoy, 25 organizaciones scouts nacionales de toda América se han sumado a este esfuerzo. Cada una de ellas mantiene una red interna que, coordinada por un Corresponsal Nacional, produce, recopila, evalúa, valida y selecciona ideas que luego envía a la Central de Coordinación quien, por su parte, analiza el material recibido y luego selecciona, diseña, redacta, traduce, imprime y distribuye aquellas que se ha decidido editar. El resultado de este trabajo de cooperación y enriquecimiento educativo se ha traducido en las Fichas de Actividades y Anexos Técnicos que, bajo el formato de cuadernillos individuales diferenciados según las Ramas del Movimiento Scout, REME ha producido en estos siete años de gestión. “Actividades educativas para niños y niñas de 7 a 11 años” constituye un nuevo esfuerzo en esta línea editorial. Destinado a Responsables de Manada y otros educadores que trabajan con niños y niñas fuera del ámbito del Movimiento Scout, este libro contiene 30 fichas de actividades con indicaciones de lugar, duración, forma de participación, materiales, objetivos de la actividad, objetivos educativos a los que contribuye y una detallada descripción del desarrollo de cada actividad; 30 ideas de actividades que, en un formato más reducido, presentan los objetivos educativos a los que la propuesta contribuye y una breve descripción de su contenido y desarrollo. Junto con lo anterior, y como complemento en los casos que corresponde, esta publicación contiene 14 anexos técnicos con instrucciones para confeccionar algunos de los materiales o información relevante para el desarrollo de la actividad propuesta. La mayoría de las actividades que aquí presentamos, 48 en total, constituyen propuestas que nunca antes habían sido publicadas. Los 12 títulos restantes fueron impresos con anterioridad bajo el formato de cuadernillos individuales y, para esta publicación, han sido revisados y complementados a la luz de la experiencia obtenida en su aplicación. Como dijimos, las actividades propuestas pretenden ser una herramienta, un aporte a la labor educativa, una ventana al proceso creativo de quienes se desempeñan como educadores de tiempo libre, un “salvavidas” cuando ni los niños ni los adultos tienen otras ideas. Como todo material de esta naturaleza, pueden y deben ser adaptadas a la realidad concreta en que serán aplicadas, a las condiciones económicas, a los factores climáticos y, fundamentalmente, a las características personales de los niños y niñas con quienes se trabaja. Lanzamos al ruedo estas “Actividades educativas para niños y niñas de 7 a 11 años” con la esperanza de que se constituyan, más temprano que tarde, en alimento para más y mejores ideas. Muchas gracias a los responsables scouts de América que, con su trabajo y generosidad, han aportado para que este libro haya sido posible.
Central de Coordinación, REME Organización Scout Interamericana
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martes, 18 de octubre de 2016
Alteraciones en el desarrollo físico, cognoscitivo, psicosocial en niños con edades de 6 a 12 años
Articulo: Evaluación de la sintomatología negativista desafio ante en niños
de seis a ocho años: concordancia entre padres y maestros
Rosalba Angulo Rincón, María Claustre Jané Ballabriga, Albert Bonillo Martín,, Ferrán Viñas Poch, Agnès Corcoll-Champredonde, Gustavo González Rodríguez, Raquel Marina Zepeda Burgos, Neuza Cristina Dos Santos Pérez y Jaume Carbonès
Universidad de Pamplona (Colombia), Universitat Autònoma de Barcelona, Universitat de Girona y Equip d’Assessorament i Orientació Psicopedagógica
Psicothema 2010. Vol. 22, nº 3, pp. 455-459 ISSN 0214 - 9915 CODEN PSOTEG www.psicothema.com
El objetivo principal de este estudio es conocer el grado de concordancia entre los informes proporcionados por padres y maestros acerca de la sintomatología negativista desafi ante en niños en edad escolar (6-8 años). Además, se pretende analizar si la edad y el sexo del niño afectan el nivel de acuerdo entre informantes. Padres y maestros evaluaron a 702 niños y niñas de 25 escuelas de la Comarca de Osona, Barcelona (España), mediante el Child Sympton Inventory-4 (versión padres y maestros). Los resultados indican una concordancia muy baja, casi nula, entre las valoraciones de ambos informantes; además, las variables edad y sexo de los niños no representan una diferencia signifi cativa en dichas valoraciones. Los padres tienden a evaluar más síntomas del Trastorno Negativista Desafi ante como presentes, y a percibir con mayor intensidad su severidad.
Articulo completo
Articulo: Trastorno por déficit de la atención e hiperactividad de la infancia a la vida adulta
Joffre-Velázquez VM, García-Maldonado G, Joffre-Mora L.
Archivos en Medicina Familiar
Artículo de Revisión
Vol.9 (4) 176-181
2007
RESUMEN
El Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es uno de los problemas clínicos actuales más importantes en la población pediátrica, y ya desde hace varios años ha adquirido relevancia en la población adulta. Se sabe que es un problema que clínicamente no desaparece, y que en realidad continúa manifestándose durante toda la vida. Un adulto con TDAH tiene un riesgo mayor de presentar un deterioro significativo tanto laboral como familiar, en comparación con aquellos que no lo presentan. Algunos autores opinan que aún cuando falta mucho por investigar, se ha logrado establecer que un adulto con este trastorno necesita tratamiento integral, así como información y orientación familiar. Palabras clave: Déficit de atención e hiperactividad, Trastornos de conducta en niños, Trastornos de comunicación.
Articulo completo
Articulo: Trastornos de la conducta disruptiva en la infancia y la adolescencia: diagnóstico y tratamiento
Francisco de la Peña-Olvera, Lino Palacios-Cruz
Salud Mental 2011;34:421-427
RESUMEN
Los Trastornos de la Conducta Disruptiva (TCD) en la infancia y la adolescencia constituyen uno de los motivos más frecuente de consulta.
En el Trastorno Negativista y Desafiante (TND) el tratamiento psicosocial es la intervención terapéutica de primera elección. Los programas de intervención desde una perspectiva conductual abarcan todos los contextos: familiar, escolar y del propio niño o adolescente. El clínico debe considerar importante cualquier información obtenida de otros informantes, vgr. maestros, para realizar un plan de tratamiento individualizado. Las intervenciones sugeridas a los padres deben basarse en las de mayor evidencia científica. El uso de medicamentos puede ser útil como tratamiento adjunto a las intervenciones psicosociales, para el tratamiento sintomático y el de las comorbilidades. Cuando el TND es intenso y persistente se pueden requerir tratamientos prolongados e intensivos. Las intervenciones cortas usualmente son inefectivas.
El Trastorno Disocial (TD) es un fenómeno que por su naturaleza mixta, biológica, psicológica y social, requiere de una intervención terapéutica integral. La magnitud del efecto global de los fármacos en el tratamiento de la agresión es de 0.56. Actualmente sólo tres tratamientos psicosociales han sido adecuadamente evaluados: a) El entrenamiento para padres, b) el entrenamiento cognitivo en habilidades para resolver problemas y c) la terapia multisistémica.
Articulo completo
Vídeo: Problemas conductuales y emocionales en los niños: causas, prevención y tratamiento.
UNED
23-11-2012.
Link del vídeo
Rosalba Angulo Rincón, María Claustre Jané Ballabriga, Albert Bonillo Martín,, Ferrán Viñas Poch, Agnès Corcoll-Champredonde, Gustavo González Rodríguez, Raquel Marina Zepeda Burgos, Neuza Cristina Dos Santos Pérez y Jaume Carbonès
Universidad de Pamplona (Colombia), Universitat Autònoma de Barcelona, Universitat de Girona y Equip d’Assessorament i Orientació Psicopedagógica
Psicothema 2010. Vol. 22, nº 3, pp. 455-459 ISSN 0214 - 9915 CODEN PSOTEG www.psicothema.com
El objetivo principal de este estudio es conocer el grado de concordancia entre los informes proporcionados por padres y maestros acerca de la sintomatología negativista desafi ante en niños en edad escolar (6-8 años). Además, se pretende analizar si la edad y el sexo del niño afectan el nivel de acuerdo entre informantes. Padres y maestros evaluaron a 702 niños y niñas de 25 escuelas de la Comarca de Osona, Barcelona (España), mediante el Child Sympton Inventory-4 (versión padres y maestros). Los resultados indican una concordancia muy baja, casi nula, entre las valoraciones de ambos informantes; además, las variables edad y sexo de los niños no representan una diferencia signifi cativa en dichas valoraciones. Los padres tienden a evaluar más síntomas del Trastorno Negativista Desafi ante como presentes, y a percibir con mayor intensidad su severidad.
Articulo completo
Articulo: Trastorno por déficit de la atención e hiperactividad de la infancia a la vida adulta
Joffre-Velázquez VM, García-Maldonado G, Joffre-Mora L.
Archivos en Medicina Familiar
Artículo de Revisión
Vol.9 (4) 176-181
2007
RESUMEN
El Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es uno de los problemas clínicos actuales más importantes en la población pediátrica, y ya desde hace varios años ha adquirido relevancia en la población adulta. Se sabe que es un problema que clínicamente no desaparece, y que en realidad continúa manifestándose durante toda la vida. Un adulto con TDAH tiene un riesgo mayor de presentar un deterioro significativo tanto laboral como familiar, en comparación con aquellos que no lo presentan. Algunos autores opinan que aún cuando falta mucho por investigar, se ha logrado establecer que un adulto con este trastorno necesita tratamiento integral, así como información y orientación familiar. Palabras clave: Déficit de atención e hiperactividad, Trastornos de conducta en niños, Trastornos de comunicación.
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Articulo: Trastornos de la conducta disruptiva en la infancia y la adolescencia: diagnóstico y tratamiento
Francisco de la Peña-Olvera, Lino Palacios-Cruz
Salud Mental 2011;34:421-427
RESUMEN
Los Trastornos de la Conducta Disruptiva (TCD) en la infancia y la adolescencia constituyen uno de los motivos más frecuente de consulta.
En el Trastorno Negativista y Desafiante (TND) el tratamiento psicosocial es la intervención terapéutica de primera elección. Los programas de intervención desde una perspectiva conductual abarcan todos los contextos: familiar, escolar y del propio niño o adolescente. El clínico debe considerar importante cualquier información obtenida de otros informantes, vgr. maestros, para realizar un plan de tratamiento individualizado. Las intervenciones sugeridas a los padres deben basarse en las de mayor evidencia científica. El uso de medicamentos puede ser útil como tratamiento adjunto a las intervenciones psicosociales, para el tratamiento sintomático y el de las comorbilidades. Cuando el TND es intenso y persistente se pueden requerir tratamientos prolongados e intensivos. Las intervenciones cortas usualmente son inefectivas.
El Trastorno Disocial (TD) es un fenómeno que por su naturaleza mixta, biológica, psicológica y social, requiere de una intervención terapéutica integral. La magnitud del efecto global de los fármacos en el tratamiento de la agresión es de 0.56. Actualmente sólo tres tratamientos psicosociales han sido adecuadamente evaluados: a) El entrenamiento para padres, b) el entrenamiento cognitivo en habilidades para resolver problemas y c) la terapia multisistémica.
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Vídeo: Problemas conductuales y emocionales en los niños: causas, prevención y tratamiento.
UNED
23-11-2012.
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Desarrollo psicosocial en la tercera infancia (6-12 años) según Papalia, D. Olds, W.
Auto-concepto
De acuerdo con Harter (1990) citado por Amezcua, J
y Pichardo, M.& Feldman, R (2000:207) el autoconcepto se refiere a las percepciones que
tiene el individuo sobre sí mismo; similarmente, Kalish (1983) citado por
Amezcua, J y Pichardo, M. (2000:207) considera que el auto-concepto se puede
definir como la imagen que cada sujeto tiene de su persona, reflejando sus
experiencias y los modos en que estas experiencias se interpretan. El autoconcepto podría ser también “un
constructo psicológico definido como un conjunto de ideas y sentimientos que la
persona tiene acerca de si mismo (Castillo, Santander y Solís. 2015:252).
Desarrollo
del auto-concepto según paplia.
·
Alrededor
de los 6 u 8 años el infante entra en la
tercera etapa neopiagtiana del desarrollo del auto-concepto. Según la autora la
tercera etapa de en el desarrollo de la autodefinición es caracterizada por la
amplitud, equilibrio e integración y evaluación de diversos aspectos del yo.
·
Los
juicios acerca del Yo se vuelven más realistas y equilibrados a medida que los
niños forman sistemas representacionales: auto-conceptos amplios e incluyentes
que integran diversos aspectos del yo (Harter, 1993, 1996, 1998, como se citó en Papatia et al., 2009:423).
Autoestima
La autoestima es la “perspectiva de los niños
acerca de su capacidad para el trabajo productivo” (Erikson, 1982 citado por
Papalia et al., 2009:423). De igual
manera y teniendo en cuenta lo postulado por Castillo et al (2015:252) la autoestima puede ser definida como “la magnitud
en que se valoran las ideas y actitudes de sí mismo.
Crisis del crecimiento según Erikson.
En esta edad el infante se encuentra en la “etapa” industria vs. Inferioridad, esta es
conocida como la cuarta (4) etapa del desarrollo psicolsocial planteado por
Erik Erikson, en ésta etapa, los niños y niñas deben aprender las habilidades
productivas que requiere su cultura o enfrentar sentimientos de inferioridad
(Papalia et al., 2009)
Crecimiento emocional según Papalia et
al (2009:424).
A medida
que los niños crecen, están más conscientes de sus sentimientos y de los de
otras personas. Pueden regular mejor sus emociones y pueden responder a la
angustia emocional de los demás (Saarni et al. 1998 como se citó en Papalia et al., 2009:424)
Caracteristicas del crecimiento emocional:
·
Se
adquiere consciencia de sentimientos como vergüenza y orgullo. (Harris, Olthof, Meerum Terwogt y Hardman, 1987; Olthof, Schouten,
Kuiper, Stegge y Jennekens-Schinkel, 2000 como se citó en Papalia et al., 2009:424).
·
Se tiene
consciencia de las reglas culturales (Cole, Bruschi y Tamang, 2002 como se
citó en Papalia et al., 2009:424).
·
Se
aprende a adaptarse al comportamiento del otro.
Familia
Concepto
de familia
Tomando en cuenta lo expuesto por Cano y
Casado (2015) en su artículo “Escuela y familia. Dos pilares fundamentales para
unas buenas prácticas de orientación educativa a través de las escuelas de
padres” puede definirse la “familia” de la siguiente manera.
El concepto de
familia, desde una perspectiva muy general, se refiere a un conjunto de
personas unidas por lazos de herencia genética, consanguinidad, afectos,
cuidado, apoyo y vivencias compartidas que, bajo la custodia de unos padres, se
constituye en el eje generatriz de la sociedad, cuyo rol trascendental supera
la satisfacción de las necesidades básicas de sus integrantes, centrando su
atención en la transmisión de una educación fundamentada en valores educativos
y culturales (Cano y Casado., 2015, p.90).
Función de la
familia
La familia tiene
4 funciones básicas expuestas por Ontaneda (2016) las cuales son:
·
Función
biosocial: Ésta propicia la estabilidad conyugal de la pareja y con ello el
establecimiento de patrones de conducta adecuados de fácil trasmisión al
infante, a fin de sentar las bases para la seguridad emocional e identificación
de éstos con la familia
·
Funcion
económica: Garantiza la satisfacción de las necesidades materiales,
individuales y colectivas, matizadas por el sentido de pertenencia de cada
integrante de la familia.
·
Función
cultural y afectiva: la parte cultural se encuentra relacionada con los valores
sociales transmitidos por la familia y las actividades de tiempo libre que
transcurren dentro o fuera del hogar. Y la afectiva se apoya en dos pilares
fundamentales: el vínculo afectivo y la adquisición de confianza básica; ésta
ofrece elementos que facilitan construir el concepto de sí mismo y la
autonomía.
·
Función
educatica: Facilita la forma de enseñar en la cotidianidad familiar, en ésta la
comunicación adquiere particular importancia por la influencia que ejerce en
los motivos, valores y decisiones de sus miembros”
El
niño en familia
A pesar de que
el tiempo en familia en esta edad (6 a 12 años) es menor al que se solía tener
en las etapas del desarrollo anteriores, la familia sigue siendo se suma
importancia para el desarrollo psicosocial, ya que esta influye en la conducta
y en los papeles (roles) que el infante empleara más adelante. Para entender al
niño dentro de la familia necesitamos examinar el ambiente familiar —su
atmósfera y estructura—. (Papalia et al.,
2009). De igual manera para poder examinar el ambiente familiar se debe tener
en cuenta todos aquellos “fenómenos” socioculturales en los cuales se encuentra
sumergido dicha familia. Como pronostica la teoría de Bron-fenbrenner, las
capas más amplias de influencia —incluyendo el trabajo de los padres y su nivel
socioeconómico, y las tendencias sociales como la urbanización, cambios en el
tamaño de la familia, divorcio y un segundo matrimonio— ayudan a moldear el
ambiente familiar y, por consiguiente, el desarrollo de los hijos. (Papalia et al., 2009).
Algo muy
importante para el desarrollo psicosocial también es la atmosfera familiar, ya que según papalia et al (2009) las
influencias más importantes del ambiente familiar sobre el desarrollo de los
niños provienen de la atmósfera dentro de la casa. Esto hace referencia al
“clima psicologico” dentro del hogar, si se es amoroso, comprensivo o por el
contrario si hay una relación distante y poco afectuosa, entre otras. De igual
manera el factor económico dicen Papalia et
al (2009) en su libro “psicología del desarrollo” que influyen grandemente.
Temas
de crianza infantil
Correulacion y disciplina
La tercera infancia conlleva una
etapa de transición llamada corregulación, en la que padres e
hijos comparten el poder. Los padres supervisan el comportamiento del niño,
pero los niños disfrutan de autorregulación en momentos específicos (Maccoby,
1984 como se citó en Papalia et al.,
2009). Se entiende por corregulación a
la etapa de transición en el control del comportamiento en el que los padres
tal como lo expone Papalia et al ejercen
supervisión general y los niños ejercen autorregulación en momentos específicos.
Pobreza y crianza infatil.
Los niños pobres tienen mayor
probabilidad que otros niños de tener problemas emocionales o conductuales, y
su potencial cognitivo y desempeño escolar sufren aún más (Brooks-Gunn, Britto
y Brady, 1998; Brooks-Gunn y Duncan, 1997; Duncan y Brooks-Gunn, 1997; McLoyd,
1998 como se citó en Papalia et al.,
2009). La pobreza puede dañar el desarrollo de los niños por su impacto en el
estado emocional de los padres y sus prácticas de crianza infantil, así como en
el ambiente que crean dentro del hogar (Evans, 2004; NICHD, Early Child Care
Research Network, 2005a como se citó en Papalia et al., 2009).
Estructura
familiar
Por lo general tiempo atrás la
estructura familiar solía estar conformada por padre madre e hijos esto es a lo
que se le conoce como familia nuclear, pero no es el único “tipo” de familia,
existen familias extensas (padres, tíos, abuelos, primos e hijos), familias
monoparentales (solo el padre o la madre) entre otros (Balbuena. Sf:116). Papalia
(2009) de igual manera expone ciertos tipos de familias entre estos la familia
uniparental, la familia en concubinato, la familia compuesta, las adoptivas y
algunas otras que son cada vez más comunes son las formadas por hogares gay o mujeres
lesbianas y las familias encabezadas por los abuelos. (Papalia, et al., 2009:429). Pero que ocurre en cuento
a el infante que vive dentro de estas estructuras familiares mencionadas por
Papalia o los que tienen que presenciar el divorcio de sus padres.
Cuando los padres se divorcian
El divorcio es un suceso
estresante para los niños. Primero está el estrés del conflicto matrimonial y
después el de la separación de los padres y de la partida de uno de ellos, por
lo general el padre. (papalia et al., 2009:430)
Debido a esto los “problemas emocionales o conductuales de los niños pueden ser
un reflejo del nivel de conflicto parental antes del divorcio” (Amato, 2004 como
se citó en Papalia et al., 2009:430).
Teniendo en consideración lo planteado por la autora en su libro “desarrollo
humano” podría decirse que la adaptación del infante al divorcio puede depender
de factores tales como la edad, la madurez e inclusive el género y de igual
manera influyen el temperamento y la capacidad de adaptación emocional. Con
respecto al género a los niños varones les resulta más difícil adaptarse que a
las niñas y son más susceptibles a los problemas conductuales y sociales
(Amato, 2005; Hetherington et al., 1998; Hines, 1997; Parke y Buriel, 1998 como
se citó en Papalia et al., 2009:430).
Familia uniparental.
Las familias uniparentales son
resultado de un divorcio o separación, del hecho de ser padres o madres
solteros, o de la muerte de uno de los padres. (Papalia et al,. 2009).
por lo general, según Papalia et al (2009) aunque los infantes en
familias con un solo progenitor tienen buenos niveles adaptativos y no suelen
presentar anormalidades comportamentales, presentan carencias en los ámbitos
social y educativo, en comparación con sus compañeros que viven con ambos
padres.
Familia en concubinato
Concubinato es definido por la
RAE (S.f) como la “relación marital de un hombre con una mujer sin estar
casados”
Las familias en concubinato son
similares en muchos sentidos a las familias dentro del matrimonio, pero los
padres suelen tener más desventajas. Tienen menos ingresos y escolaridad,
informan relaciones más deficientes y padecen más problemas de salud mental
(Papalia et al 2009:433). De igual
manera expone la autora que las familias en concubinato presentan una mayor
probabilidad de separarse que las familias casadas. En consideración a esto se
podría decir que el infante nacido dentro de esta estructura familiar es más
propenso a presentar carencias en el ámbito social o de cierto modo ser
considerado como vulnerable.
Familia combinada
Se le conoce
como familia combinada a aquella en la cual una persona, bien sea divorciada o
viuda lo cual implica que no tiene ninguna relación de carácter marital con su
antigua pareja, vuelve a casarse, por ende los hijos de ambas partes de la
relación (se los hay) pasan a ser “hijastros” de la nueva relación, en el caso
de que ambas partes tengn hijos estos serán conocidos como “hermanastros”.
Según Amato (2005 como se citó en Papalia et
al., 2009). La mayoría de los padres y madres divorciados se vuelven a
casar y muchas madres solteras se casan con hombres que no son los padres de
sus hijos.
En consideración
a lo que exponen Papalia et al (2009),
puede decirque el el proceso de adaptación ante un padrastro o madrastra causa
de cierta manera un displacer o un grado de estrés en el infante debido a que
estos siguen guardando la imagen de su padre o madre y le tienen un grado de
lealtad a su “ausente” progenitor (bien sea por divorcio o muerte).
Algunos estudios han encontrado que los
niños varones (quienes con frecuencia tienen más problemas que las niñas para
adaptarse al divorcio y para vivir con una madre soltera) se benefician de la
presencia de un padrastro. No obstante, una niña quizá sienta que el nuevo hombre
en la casa es una amenaza para su independencia y para su relación cercana con
su madre (Bray y Hetherington, 1993; Hetherington, 1987; Hetherington et
al., 1989; Hetherington et al., 1998; Hines, 1997 como se citó en
Papalia et al., 2009).
Familias homoparentales (gay o
lesbianas)
Una gran cantidad de
investigaciones han examinado el desarrollo de los hijos de homosexuales y
lesbianas, incluyendo su salud física y emocional, inteligencia, adaptación,
sentido del yo, juicio moral y funcionamiento social y sexual, y han reportado
que no existen preocupaciones especiales (APA, 2004 como se citó en Papalia et al., 2009:433). Por consiguiente,
podría decirse que no existe una diferencia concisa en cuanto a los estilos de
crianza e incluso la salud mental o emocional entre los padres heterosexuales y
los homosexuales.
Familias adoptivas
La adopción de un niño conlleva
retos especiales: integrar al hijo adoptado dentro de la familia, explicar la
adopción al niño, ayudar al niño a desarrollar un sentido sano del yo y quizá
finalmente ayudarle a encontrar y comunicarse con sus padres biológicos
(Papalia et al., 2009:434). Se puede decir que la adopción trae beneficios a nivel
cognitivo según estudios expuestos en Papalia et al (2009:434) que demuestran que los puntajes en pruebas del CI
(cociente o coeficiente intelectual) en infantes que viven dentro de una
familia adoptiva son mayores que los que no.
Relacion con los abuelos
La mayoría de los abuelos que asumen la responsabilidad
de criar a sus nietos lo hacen porque aman a los niños y no quieren que se les
coloque en un hogar sustituto con desconocidos. Sin embargo, la diferencia de
edades puede volverse una barrera y es posible que ambas generaciones se
sientan decepcionadas porque se les priva de sus roles tradicionales (Crowley,
1993; Larsen, 1990-1991 como se citó en Papalia et al., 2009:436)
Algunos de los factores que propician
este tipo de familias en cualquier tipo de sociedad, expuestos por (Allen et al.,
2000 como se citó en Papalia et al., 2009) son:
·
La
migración de los padres a las áreas urbanas para encontrar trabajo.
·
Embarazo
adolescente.
·
Abuso
de drogas.
·
Enfermedad.
·
Divorcio.
·
Muerte
prematura de padre o madre.
Relación con el grupo de pares
En la tercera infancia, tal como lo
dicen Papalia et al (2009) las
relaciones entre pares se vuelven más importantes. Los mismos autores hacen
énfasis en que los grupos se forman de manera natural entre niños que viven
cerca unos de otros o que acuden juntos a la escuela, y a menudo integran niños
del mismo origen racial o étnico y niveles socioeconómicos similares. Por otro
lado cabe resaltar, teniendo en cuenta los aportes de Hartup, (1992) y
Pellegrini et al. (2002 como se citó en Papalia et al. 2009) que “los niños que juegan juntos, por lo general son
de edades similares y de el mismo sexo”.
Efectos
positivos de la relación con los pares según Papalia et al (2009)
·
Se
desarrollan las habilidades necesarias para la sociabilidad e intimidad.
·
Se
adquiere sentido de pertenencia.
·
Se
incrementa la motivación para llevar alcanzar logros.
·
Se
obtiene el sentido de identidad.
·
Se
aprenden habilidades de liderazgo, comunicación, roles y reglas.
·
Al
compararse con otros de su edad, los niños pueden evaluar de manera más
realista sus capacidades y adquirir un sentido más claro de su propia eficacia.
·
Ayuda
al infante a aprender cómo llevarse con los demás en sociedad.
·
Ofrece
seguridad emocional.
Efectos
negativos de la relación con los pares según Papalia et al (2009)
·
Puede
reforzar el prejuicio.
·
El
prejuicio y la discriminación pueden causar un gran daño en la sociabilidad del
infante
·
Los
infantes tienden a presentar preferencias por personas parecidos a ellos.
·
Puede
fomentar tendencias antisociales.
Agresion e intimidación escolar según Papalia et al (2009)
La agresión en esta etapa disminuye en
comparación a la anterior.
Después de los
seis o siete años, la mayoría de los niños se vuelven menos agresivos a medida
que son menos egocéntricos, más empáticos, más cooperativos y más capaces de
comunicarse. Ahora pueden colocarse en los zapatos del otro, pueden comprender
los motivos de otras personas y pueden encontrar maneras positivas de afirmar
su punto de vista (Papalia et al., 2009.
p. 441).
La agresión instrumental que es definida
como aquella que va dirigida hacia un objeto en esta etapa no es tan común, Por
otro lado la agresión hostil que son aquellas acciones que una persona ejecuta
con el fin de dañar a otro incrementa (Coie y Dodge., 1998 como se citó en
Papalia et al., 2009).
Y en cuanto a genero se refiere, los
niños desde temprana edad demuestran ser más agresivos de una manera física
mientras que las niñas presentan un tipo de agresividad más relacional o
social, esto significa que pueden ser más agresivas utilizando palabras sin
necesidad de que estas sean soeces mientras que los niños son más propensos a
infligir daño físico tal como puñetazos o patadas.
Salud mental
Aunque la mayoría de los niños tienen
una adaptación bastante adecuada, según estimaciones recientes, cuando menos
uno de cada 10 niños y adolescentes ha sido diagnosticado con una enfermedad
mental que es suficientemente grave como para producir cierto deterioro
(Leslie, Newman, Chesney y Perrin, 2005 como se citó en Papalia et al., 2009).
Perturbaciones
mentales
Según Papalia et al (2009) una cantidad considerable de infantes presentan
problemas emocionales, de conducta o del desarrollo.
Se informa que
55.7% de los niños con un diagnóstico de problemas emocionales, conductuales y
del desarrollo tienen trastornos de comportamiento perturbador: conducta
agresiva, desafiante o antisocial. Casi todo el resto, 43.5%, tienen trastornos
de ansiedad o de estado de ánimo: sensación de tristeza, depresión,
desamor, nerviosismo, temor o soledad (Bethell, 2005 como se citó en Papalia et al., 2009).
Trastornos de
comportamiento perturbador según Papalia et al (2009)
Imagen extraída de: Desarrollo humano, de la
infancia a la adolescencia. Papalia, D. et
al. 2009.
Fobia escolar y otros transtornos
de ansiedad según Papalia et al (2009)
Algunos infantes tienen razones
realistas para temer acudir a la escuela: un maestro sarcástico, trabajo demasiado
demandante o un intimidador en el patio escolar. En tales casos, es posible que se necesite
cambiar el ambiente y no la actitud del niño (Kochenderfer y Ladd, 1996 como se
citó en Papalia et al., 2009).
Exponen los autores que la fobia escolar puede ser un tipo de trastorno por
ansiedad de separación.
Otros trastornos también expuestos por
los autores son:
·
Fobia
social: el
temor, evitación, o ambos, que se presentan en forma extrema ante situaciones
sociales, como hablar frente a la clase o encontrar a un conocido en la calle
·
Trastorno
de ansiedad generalizada: Estos niños se preocupan acerca de todo:
calificaciones escolares, tormentas, terremotos, lastimarse en el patio de
recreo o la cantidad de gasolina que hay en el tanque.
·
Trastorno
obsesivo-compulsivo: Las personas con este trastorno quizá se obsesionen con
pensamientos, imágenes o impulsos repetitivos y agobiantes (que a menudo
implican temores irracionales) o pueden mostrar comportamientos compulsivos,
como lavarse las manos constantemente, o ambos (APA, 2000; Harvard Medical
School, 2004; USDHHS, 1999b).
Depresion en la niñez según Papalia et
al (2009).
Es un trastorno
del estado de ánimo que hace que los niveles de tristeza aumenten y sobrepasen
los parámetros “normales” convirtiéndose en algo más allá que la tristeza
normal y temporal. La depresión en la niñez puede ser una señal del comienzo de
un problema recurrente que es probable que persista hasta la edad adulta
(Birmaher, 1998; Birmaher et al., 1996; Cicchetti y Toth, 1998; Kye y
Ryan, 1995; USDHHS, 1999b; Weissman et al., 1999 como se citó en Papalia et al., 2009).
Síntomas:
·
Incapacidad
de divertirse o concentrarse.
·
Fatiga.
·
Actividad
o apatía extremas.
·
Llanto.
·
Problemas
de sueño.
·
Cambios
considerables en el peso.
·
Sentimientos
de falta de valía.
·
Sensación
prolongada de falta de amigos.
·
Pensamientos
profundos sobre la muerte o el suicidio.
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Desarrollo Físico y Cognitivo de la Niñez Intermedia (de 6 a 12 años) (Papalia, Wendkos Olds, & Duskin Feldman, 2009)
La
tercera infancia comprende desde los 6 hasta los 11 años de edad. En ella, el
crecimiento, en consideración con las etapas anteriores, se desacelera
notablemente. Aun así, aunque muchas veces no sean evidentes los cambios diarios,
estos se suman para crear una gran diferencia entre los niños de seis años de
edad y los de 11 años de edad. En esta etapa, de acuerdo con (Ogden, Fryar,
Carroll y Flegal, 2004) citado por
(Papalia, et al., 2009), los niños
crecen cerca de 5 a 7.5 cm por año y su peso aumenta a casi el doble. Por su
parte, (Ogden et al., 2004) citado por (Papalia, et al., 2009), menciona que las niñas retienen un poco más de
tejido adiposo que los niños. Al comienzo de esta etapa, los dientes de leche empiezan
a caerse, y son reemplazados por los dientes permanentes a una tasa de cerca de
cuatro dientes por año a lo largo de los próximos cinco años. Mientras, el
desarrollo cerebral durante esta etapa no es tan asombroso como en las etapas
anteriores, pero suceden cambios importantes, dentro de los cuales se destaca la
pérdida en densidad de la materia gris en ciertas regiones de la corteza
cerebral. Este proceso refleja la poda de dendritas no utilizadas, y se
encuentra equilibrado por un continuo aumento en materia blanca en los axones
que transmiten información entre neuronas a regiones distantes del cerebro,
creando conexiones que se ensanchan y mielinizan, empezando por los lóbulos
frontales y moviéndose hacia la parte posterior del cerebro. Un marcado
crecimiento en las conexiones entre los lóbulos temporal y parietal ocurre entre
los seis y 13 años de edad, estas permiten manejar funciones sensoriales, de
lenguaje y de comprensión espacial, lo que aumentan la velocidad y eficiencia
de los procesos cerebrales. Por otra parte, los neurocientíficos miden el
desarrollo cerebral por medio del grosor de la corteza, observando un engrosamiento
cortical entre los 5 y los 11 años de edad en los lóbulos temporal y frontal
que manejan el lenguaje.
En
esta etapa, los niños necesitan comer y dormir el tiempo suficiente y de manera
adecuada para poder sustentar su crecimiento continuo y desarrollo cerebral. Por
lo general, los niños en esta etapa necesitan consumir 2 400 calorías diarias;
más en el caso de niños mayores y menos en el caso de niños más pequeños. Además,
los nutricionistas recomiendan una dieta variada que incluya cantidades
abundantes de granos, frutas y verduras y niveles elevados de carbohidratos
complejos, que se encuentran en las papas, las pastas, el pan y los cereales.
Por otra parte, si se quiere evitar problemas de sobrepeso y cardiacos, los
niños deberían obtener sólo cerca de 30% de sus calorías totales a partir de
las grasas y menos de 10% del total a partir de grasa, y los jugos de frutas y
las bebidas endulzadas deberían limitarse a 236 a 354 ml por día.
En
cuanto a las habilidades motoras, estas continúan mejorando durante la tercera
infancia. A los 6 años de edad, las niñas son mejores en precisión de
movimientos, mientras que los niños son mejores en actos de fuerza menos
complejos, en ambos sexos se les posibilita lanzar objetos, saltar y correr de
manera alternada. A los 7 años de edad pueden mantener el equilibro con un solo
pie y sin mirar, pueden caminar sobre barreras de equilibrio de 5 cm de ancho,
pueden brincar y saltar con precisión en cuadros de tamaño pequeño, pueden
ejecutar ejercicios de saltos abriendo y cerrado brazos y piernas de manera
adecuada. A los 8 años de edad pueden ejercer una presión de 5.4 gramos de
agarre manual, participan en más juegos, pueden brincar rítmicamente en
patrones, las niñas pueden lanzar una pelota pequeña a una distancia de 12
metros. A los 9 años de edad los niños pueden correr una velocidad de 5 m/s,
pueden lanzar una pelota a más de 21 metros. A los 10 años de edad pueden
juzgar e interceptar el camino de pequeñas pelotas lanzadas a cierta distancia,
las niñas pueden correr a una velocidad de 5.18 m/s. a los 11 años de edad pueden
realizar un salto de longitud sin impulso de 1.52 metros en el caso de los
niños y 1.37 metros en el caso de las niñas. Para el buen desarrollo de todas
estas habilidades motrices, es necesario que el niño participe activamente en
juegos y deportes, de manera que estimule continuamente su desarrollo
psicomotriz.
Desde
el enfoque psicométrico, la inteligencia de los niños en esta etapa se puede
medir tanto individual como grupalmente. La prueba individual más utilizada es
la Escala Wechsler de Inteligencia para
Niños (WISC-III). Esta prueba es para niños entre los 6 y 16 años de
edad, mide capacidades verbal y de ejecución. Un ejemplo de prueba grupal
popular es la Otis-Lennon School
Ability Test (OLSAT8), que cuenta con niveles desde jardín de niños
hasta doceavo grado. En esta prueba los niños deben clasificar objetos, evidenciar
una comprensión de conceptos verbales y numéricos, exhibir sus conocimientos
generales y de seguimiento de instrucciones. Dentro de los factores que
influyen en la inteligencia se encuentran los genes y desarrollo cerebral, la
escolaridad, la raza/origen étnico, la cultura. Por otro lado, críticos afirman
que las pruebas subestiman la inteligencia de niños con mala salud o que, por
una razón u otra, no se desempeñan bien en pruebas (Anastasi, 1988; Ceci, 1991;
Sternberg, 2004) citado por (Papalia, et al., 2009). Debido a que las pruebas
tienen límites de tiempo, hacen una equivalencia entre inteligencia y velocidad
y penalizan a los niños que trabajan de manera lenta y deliberada. Se ha
cuestionado su idoneidad para el diagnóstico de incapacidades para el aprendizaje
(Benson, 2003) citado por (Papalia, et al., 2009).
De
igual manera, desde el enfoque piagetiano el niño se encuentra en la etapa de
las operaciones concretas, aquí puede utilizar operaciones mentales para
resolver problemas concretos o tangibles, piensan de manera lógica porque
pueden tomar en cuenta diversos aspectos de una misma situación, sin embargo,
su pensamiento aún se encuentra limitado a situaciones reales en el presente. En
la etapa de las operaciones concretas los niños pueden realizar muchas tareas a
un nivel muy superior al que lo hacían en la etapa preoperacional, debido a su mejor
comprensión de conceptos espaciales y de causalidad, categorización,
razonamiento inductivo y deductivo, conservación y número.
La
comprensión del espacio indica que los niños tienen una idea más clara de la distancia
que existe entre un sitio y otro y el tiempo que tomará recorrerla, recuerdan
con mayor facilidad rutas y puntos de referencia a lo largo del camino. De
igual manera sucede con los juicios en cuanto a causa y efecto. La categorización
ayuda a los niños a pensar de manera lógica. El razonamiento inductivo parte de
una idea particular para explicar o dar una conclusión general, mientras que el razonamiento deductivo se basa de una
afirmación general para llegar a una
idea o conclusión particular. La conservación se refiere a la capacidad de
entender que un cuerpo puede cambiar de forma y tamaño sin necesidad de ganar o
perder parte de su masa. En cuanto a los número y matemáticas, a comienzos de
esta etapa muchos niños pueden contar en la mente, pueden ordenar los números
de menor a mayor y de mayor a menor y aprenden a contar hacia adelante.
De
modo accesorio, en cuanto al razonamiento moral, Piaget decía que los juicios morales
inmaduros se centran sólo en el grado de la ofensa; mientras que los juicios
más maduros toman en cuenta la intención. Asimismo, propuso que el razonamiento
moral se desarrolla en tres etapas, en las cuales los niños avanzan por ellas de
manera gradual a diversas edades. En esta etapa los niños se encuentran en el
segundo nivel de moralidad, caracterizados por una creciente flexibilidad mayor
interacción con otras personas y contacto con diversos puntos de vista, mayor
probabilidad de descartar la idea de que existe una norma única y absoluta de
lo correcto e incorrecto, lo que permite desarrollar un sentido propio de
justicia, basado en la imparcialidad o en el trato equivalente para todos.
Debido a que pueden considerar más de un aspecto en una situación, pueden hacer
juicios morales más sutiles, como tomar en cuenta la intención detrás de los
comportamientos.
Por
otro lado, desde el enfoque del procesamiento de información, a medida que los
niños avanzan en su escolaridad, manifiestan un progreso continuo en su capacidad
para regular y mantener la atención, procesar y retener información, y planear y
supervisar su propio comportamiento. Todos estos sucesos se encuentran
interconectados y son fundamentales para la función ejecutiva, el control consciente
de pensamientos, emociones y acciones para alcanzar metas o solucionar problema.
A medida que sus conocimientos se incrementan, los niños se dan cuenta de los
diferentes tipos de información que son más relevantes de atender y recordar,
de manera que comprenden más acerca de cómo funciona la memoria y este
conocimiento les permite planear y utilizar estrategias o técnicas deliberadas
que los ayuden a recordar.
Por
lo que se refiere a las capacidades de lenguaje, estas siguen aumentando
durante esta etapa. Los niños son más capaces de comprender e interpretar la
comunicación oral y escrita y de darse a entender. En el Vocabulario Gramática
y Sintaxis utilizan verbos más precisos, las palabras pueden tener más de un
significado dependiendo del contexto, utilizan analogías y metáforas, la
estructura de las oraciones se hace más compleja y mejora la sintaxis. En la
pragmática (conocimiento práctico necesario para utilizar el lenguaje con
propósitos comunicativos) incluye habilidades conversacionales y narrativas. En
el alfabetismo (aprender a leer y escribir [lecto-escritura]), una vez que los
niños pueden descifrar las marcas que aparecen en una página en patrones de
sonido y significado, pueden desarrollar estrategias cada vez más sofisticadas
para comprender lo que leen. También aprenden que pueden utilizar la palabra
escrita para expresar ideas, pensamientos y emociones. Los niños pueden
identificar una palabra impresa de dos formas contrastantes. Una se denomina
decodificación: el niño vocaliza los sonidos de la palabra, traduciéndola de
escritura a habla antes de recuperarla de la memoria de largo plazo. A fin de
hacer esto, el niño debe dominar el código fonético que equipara el alfabeto
impreso con los sonidos vocalizados. El segundo método es la recuperación de
ruta visual: el niño sencillamente ve la palabra y entonces la recupera. Se
presenta la metacognición (concienciación de los propios procesos mentales). La
adquisición de las habilidades de escritura está vinculada con el desarrollo de
la lectura. Se le hace más complicado al niño porque debe tener en mente una
variedad de restricciones adicionales: ortografía, puntuación, gramática y
reglas para el uso de mayúsculas, así como la tarea física básica de formar las
letras. En esta etapa el niño debe estar en la escuela recibiendo una variedad
de aprendizaje que le ayuden en su desarrollo del lenguaje.
Cabe
resaltar que la relación con la familia y los estilos de crianza infantil
pueden afectar la motivación. Los padres deben proporcionan un sitio para que
sus hijos estudien y guarden sus libros y materiales; establecer horarios para
comidas, sueño y tareas; supervisar la cantidad de tiempo que sus hijos ven
televisión y lo que hacen después de clases, y mostrar interés en las vidas de
sus hijos hablando con ellos acerca de la escuela y participando en las
actividades escolares. Para el buen aprovechamiento de la escolaridad del niño,
influyen factores como el nivel socioeconómico, padres económicamente seguros y
con altas aspiraciones para sus hijos, padres autoritarios.
Es
importante tener en cuenta que aquellos niños con necesidades especiales
también deben recibir educación. El retraso mental es un funcionamiento
cognitivo significativamente por debajo de la norma. La mayoría de los niños
con retraso se pueden beneficiar de la escolarización y programas de
intervención. En cuanto a las incapacidades
para el aprendizaje se encuentra la dislexia cómo la más comúnmente
diagnosticada entre un gran número de incapacidades para el aprendizaje. Estos
trastornos afectan aspectos específicos del aprovechamiento escolar, como la comprensión
auditiva, el habla, la lectura, la escritura o matemáticas, lo que ocasiona un
desempeño notablemente inferior al que se esperaría en dicha edad, inteligencia
y nivel de escolaridad del niño. A menudo, estos niños tienen una inteligencia
cercana o superior al promedio, y vista y audición normal, pero parecen tener
problemas con el procesamiento de información sensorial. Aunque las causas son
inciertas, uno de los factores es el genético, mientras que los factores
ambientales pueden implicar complicaciones del embarazo o parto, lesiones después
del nacimiento, privación nutricional y exposición al plomo. Estos niños se
encuentran menos orientados a las actividades y se distraen con mayor facilidad
que los demás niños; son menos organizados como estudiantes y tienen menores probabilidades
de utilizar estrategias mnemotécnicas. Por su parte el trastorno por déficit de
atención con hiperactividad se ha identificado como el trastorno mental más
común de la infancia. Es un padecimiento
crónico comúnmente marcado por la falta de atención persistente,
distractibilidad, impulsividad, baja tolerancia a la frustración y grandes
cantidades de actividad en el momento y lugar inadecuados, como dentro del
salón de clases.
Referencias
Papalia, D., Wendkos Olds, S., & Duskin Feldman, R.
(2009). Psicología del desarrollo de la infancia y la adolescencia. México:
McGRAW-HILL/INTERAMERICANA EDITORES, S.A.
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